1-
Antes del enjuiciamiento.
Antes
de iniciar el enjuiciamiento, hay una serie de matices que es conveniente
tener en cuenta; ya que de ello puede depender el hecho de que el
concurso pueda tener un normal desarrollo o, por el contrario, sea
un completo desastre.
En
primer lugar, hay que consultar el número de canarios inscritos,
al objeto de proceder a la distribución del trabajo a realizar
en los días que tengamos asignados para ello. Recordar que
una buena pauta a seguir es la de enjuiciar un máximo de
CIEN ejemplares por día, advirtiendo a la organización
del concurso de la necesidad de proveerse de más jueces o
bien limitar la inscripción de pájaros en el caso
de no poder ampliar la estancia en dicha localidad; la experiencia
nos dice que todo lo que sea pasarse de esta cantidad de ejemplares,
irá en detrimento de la calidad del enjuiciamiento al tener
que conceder poco tiempo a los pájaros concursantes y estar
demasiadas horas, con la atención que se requiere en el concurso,
pendiente de los sonidos emitidos por los canarios.
Una
vez comprobado el número de ejemplares inscritos, debemos
inspeccionar el lugar del enjuiciamiento, para asegurarnos de que
este reúna un mínimo de garantías, que irán
en beneficio del propio concurso. Estas garantías pueden
ser:
1º)
Temperatura del local: se procurará que la temperatura del
local donde se va a celebrar el concurso sea de unos 20 grados aproximadamente
y siempre algo superior a la que tengan los canarios en el lugar
donde están aguardando el enjuiciamiento.
2º)
Iluminación del local: la iluminación del local será
artificial y constante.
3º)
Sonoridad del local: se procurará evitar el uso de habitaciones
donde se produzcan resonancias que puedan incidir en la percepción
de la calidad real del canto de los ejemplares enjuiciados y, por
tanto, en su puntuación. En este sentido, se evitará,
en la medida de lo posible, el enjuiciamiento en locales grandes
y vados; donde se pueden producir reverberaciones o ecos del sonido,
que nos darán una sensación distorsionada de los cantos
emitidos por los canarios. Parecidas razones se pueden aplicar a
los locales reducidos, en donde la proximidad de las paredes, sí
no son de material absorbente del sonido, producirá un efecto
rebote que provocará reverberaciones que nos impedirán
una buena audición. Una buena práctica, para evitar
muchos de estos sonidos no deseables, consiste en colocar tras los
canarios, o bien en los laterales, cajas de madera o de cartón;
que absorberán el sonido suficiente para evitar ecos, reverberaciones
o resonancias que se produzcan en el local donde se vaya a enjuiciar.
Las cabinas de enjuiciamiento, empleadas por la mayoría de
las asociaciones, ayudan a suplir gran parte de los problemas de
acústica descritos. También será de nuestra
incumbencia el observar si las cabinas reúnen las condiciones
adecuadas para su uso, especialmente que los cristales, silos tienen,
no reflejen ninguna imagen, ni de los pájaros ni de los aficionados
que puedan asistir al enjuiciamiento; también es aconsejable
el control del tipo de iluminación, para evitar reflejos
o deslumbramientos que puedan molestar a los canarios en el interior
de la cabina.
4º)
Ubicación del local; hay que evitar en los locales cualquier
circunstancia que pueda producir en los pájaros estados de
nerviosismo o estrés, como puede ser la existencia de ventanales
exteriores, a través de los cuales se vea el transitar de
personas o animales; - también hay que evitar sonidos fuertes
producidos por maquinaria, conversaciones en las proximidades del
local de enjuiciamiento, etc. Cualesquiera de estas circunstancias
adversas y contrarias a la seriedad del enjuiciamiento deberán
ser apreciadas inmediatamente y subsanadas tan pronto se produzcan,
no continuando el enjuiciamiento hasta que no se haya normalizado
la situación.

2-
Durante el enjuiciamiento.
Con
los enjuiciamientos a puerta abierta se permite la entrada en los
locales de enjuiciamiento a los aficionados participantes, que de
esta manera pueden observar la actuación de sus ejemplares
y constatarla con el resto de participantes. Será de nuestra
obligación el que su comportamiento sea en todo momento correcto,
guardando silencio y compostura, sin efectuar comentarios que induzcan
a determinar la propiedad de los ejemplares que están sobre
la mesa, o sobre la calidad o pobreza de los canarios enjuiciados;
tampoco se consentirán movimientos bruscos o entradas y salidas
del local sin haber terminado el tiempo de enjuiciamiento concedido.
Hay que tener presente que, en el caso de que estas alteraciones
lleguen a producirse, se informará de ello a la Organización,
para que adopte las medidas que crea oportunas a fin de garantizar
la buena marcha del concurso; en caso de que las circunstancias
adversas persistieran, se podrá decidir el desalojo del local
por parte de los aficionados perturbadores.
Además
de todo lo dispuesto por el presente Código sobre el enjuiciamiento,
tendremos en cuenta las siguientes consideraciones.
En
caso de que se nos presenten ejemplares enfermos en la mesa de enjuiciamiento,
se informará a la Organización para que los retire
del concurso y tome las medidas oportunas. Silos ejemplares, en
apariencia sanos, acusasen problemas de voz tales como afonías,
haremos constar esta circunstancia en la planilla de enjuiciamiento
y, si el grado de afección de la voz es tal que nos impide
valorar el canto, nos abstendremos de enjuiciarlo, reflejando esta
contingencia, dependiendo de la gravedad, mediante las formulas
"voz tomada' o "afonía".
Es
aconsejable que no nos precipitemos a la hora de puntuar los giros
emitidos por el ejemplar, dejándole que tome su entonación
y desarrolle todo su canto cuando está tranquilo sobre la
palestra; mientras, habremos de tomar buena nota, mentalmente, de
lo que el canario está cantando para su posterior valoración
y puntuación, pero siempre cuando los ejemplares hayan dado
de sí todo lo que tienen y valen.
Los
canarios serán presentados para su enjuiciamiento bien en
equipos, lotes de cuatro ejemplares, o bien en individuales, lotes
que deberán ser de tres ejemplares como máximo y pertenecientes
al mismo criador. No es correcto el enjuiciamiento de cuatro canarios
de una sola vez como individuales, por la dificultad que ello conlleva;
siendo difícil determinar las distintas cualidades sonoras
o vocales de los cuatro cuando ejecutan incansables su canto.
El
tiempo fijado para los enjuiciamientos será de QUINCE ó
VEINTE MINUTOS por lote, dependiendo de la cantidad de canarios
inscritos, y será el mismo para todos los lotes enjuiciadas.
Antes de iniciarse el concurso, se informará del tiempo fijado
para el enjuiciamiento de cada lote.
Es
de gran interés que al rellenar la planilla no se tache ni
emborrone ninguno de los números correspondientes a las puntuaciones
obtenidas por el canario y que todos ellos sean de fácil
lectura y comprensión. Quedan totalmente prohibidas y anuladas
todas las señales o signos que signifiquen variación
o modificación en el valor de las puntuaciones.
Durante
el trabajo de rellenar la planilla se tendrán en cuenta las
normas establecidas en el presente Código, especialmente
en la valoración de los giros y en la aplicación de
la impresión.

3.
Resultados finales y otras cuestiones a tener en cuenta.
Una
vez terminado el acto del enjuiciamiento para el que fuimos convocados,
procederemos a determinar los premios otorgados por el Comité
Organizador del Concurso, con arreglo a las bases del mismo y en
atención al número de trofeos que se conceden y las
puntuaciones mínimas exigidas.
Otra
de las actuaciones exigibles como jueces, es la de proceder al desempate
de todos aquellos ejemplares que opten a un determinado premio,
para lo cual seguiremos escrupulosamente las reglas establecidas
en este Código.
Sería
muy de desear que las Asociaciones y sus correspondientes Comités
Organizadores, programaran charlas o conferencias previamente anunciadas
entre los aficionados; para que el Juez actuante tuviera la posibilidad
de exponer SUS criterios de enjuiciamiento, su valoración
del concurso y pudiera contestar ampliamente a las inquietudes,
problemas y avances que se observen en la cría de nuestro
canario de canto.
Una
vez terminados los desempates, solo nos queda cumplimentar las actas
conforme a lo estipulado en el Reglamento del Colegio Nacional de
Jueces, del que, por supuesto, debemos tener un perfecto conocimiento;
ya que del mismo se desprenden los derechos y deberes de los colegiados
y otras muchas cuestiones que tendremos siempre en cuenta en nuestras
actuaciones como jueces.
Por
cuestiones de ética, hay que abstenerse de realizar antes,
durante o después del enjuiciamiento, ningún tipo
de transacción que pueda inducir a erróneas interpretaciones.
No
se deben hacer comentarios irónicos o despectivos respecto
a la calidad de los canarios que estamos enjuiciando.
No
debemos permitir que los aspirantes que estén actuando en
el enjuiciamiento tengan pájaros concursantes, cuestión
que debemos aclarar antes de iniciar el concurso.
Atender
con amabilidad las preguntas de los aficionados, dando las explicaciones
que se consideren pertinentes, pero evitando en cualquier caso la
polémica o la discusión.
No
actuar, en ningún caso, como porteador de pájaros
que vayan a ser enjuiciados en el concurso en el que participamos
como juez.

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